Lo que se ha visto entre el Papa y Francia durante el pontificado es bastante singular.
Aunque las relaciones personales entre el Papa y el gobernante francés son buenas, cordiales y afectuosas y las relaciones diplomáticas bilaterales igualmente positivas y colaborativas, Francisco siempre ha mantenido una fría distancia sobre las hipótesis de su viaje, ignorando las numerosas invitaciones de dos presidentes, Hollande y Macron, obispos y otras organizaciones. La explicación siempre ha sido la misma de siempre, desgastada y ahora superada por la realidad: que el Papa Bergoglio favorece los suburbios.
Hay que recordar, sin embargo, para que el expediente sea completo, que entre París y el Vaticano hubo varios momentos de tensión, prolongados en el tiempo, como, por ejemplo, la negativa de aprobación diplomática al embajador Laurent Stefanini, designado por Macron, porque es una persona homosexual. Por cierto, algo parecido ya había ocurrido con otro embajador en tiempos de Nicolas Sarkozy, según una revelación del ex Ministro de Asuntos Exteriores de París, Bernard Kouchner.
El propio representante del Papa en Francia, Mons. Luigi Ventura, que supuestamente explicó a Stefanini que el Papa Bergoglio «no tenía nada contra él», pero que no apreciaba la ley francesa sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y «los métodos del Eliseo que intentaban forzarle», acabó en una situación aún más humillante, acusado de acoso homosexual.
Vatican News del 16 de diciembre de 2020 informa: «El ex nuncio en París, acusado de acoso sexual por parte de algunos hombres, siempre se ha declarado inocente. Ventura había renunciado a la inmunidad para colaborar con la justicia francesa. Monseñor Luigi Ventura, 76 años, nuncio apostólico en Francia de 2009 a 2019, fue condenado hoy por un tribunal de París a 8 meses de prisión con libertad condicional por acoso sexual contra algunos hombres El prelado también tendrá que pagar 13.000 euros a las víctimas y 9.000 euros en concepto de costas judiciales». Ventura, fue nombrado Nunzio el 22 de septiembre de 2009 y dimitió el 17 de diciembre de 2019.
Francesco: “Debemos ir a París”.
Durante la rueda de prensa de regreso a Roma desde Estrasburgo ( 25 de noviembre de 2014 ), el Papa Francisco respondió al corresponsal vaticano Jean-Marie Guénois (Le Figaro) que le había preguntado sobre su visita a Francia: » No, todavía no está prevista, pero Sin duda hay que ir a París, ¿verdad? Luego, hay una propuesta de ir a Lourdes… Pedí una ciudad donde ningún Papa haya ido nunca, para saludar a esos ciudadanos. Pero el plan no se hizo. No, para Estrasburgo ya estaba pensado, pero ir a la catedral ya habría sido una visita a Francia, y ese era el problema ”.
En definitiva, el Papa Bergoglio dijo claramente hace 10 años que no quería ir a la Catedral de Estrasburgo, ciudad donde había ido a visitar el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, porque esto «ya habría sido una visita a Francia». Inexplicable e incomprensible pero es así y no queda otra alternativa: hay que tomar las palabras del Pontífice y punto.
El Papa Bergoglio, en pocas palabras y claramente dicho, tomó una decisión que se remonta a 2014 y continúa hoy: no ir a Francia.
Ya hemos vivido el mismo ballet verbal y geográfico en la segunda ocasión en que el Papa, después de Estrasburgo, visitó Marsella, los días 22 y 23 de septiembre de 2023, para presidir la conclusión de los » Rencontres Méditerranéennes «. Ya entonces se dijo que Francisco no iba a Francia y algunos periodistas que lo escribieron fueron reprendidos por sus «inexactitudes».
En resumen, hay un problema irresoluble. También podría ser una trivialidad geográfica o un capricho personal. No lo sabemos. Por ello, el sentido común aconseja no interpretar demasiado este tipo de conductas.
Lo único cierto es que el Papa Francisco nunca quiso ir a Francia y las veces que pisó territorio francés, incluso contra la lógica geográfica, intentó convencer de que se puede ir a territorio francés sin pasar por Francia.
Por LUIS BADILLA.
CIUDAD DEL VATICANO.
LUNES 23 DE DICIEMBRE DE 2024.
MIL.
