Francisco sigue tomando cartas en el ‘affaire Becciu’. Si el pasado 24 de septiembre le conminaba a abandonar todas sus responsabilidades cardenalicias, y hace dos semanas nombraba a Marcello Semeraro como prefecto de las Causas de los Santos, este mediodía ha dado un paso más, designando el cardenal electo Silvano Tomasi su delegado especial para la Orden de Malta.
Tomasi sucede así a Becciu, nombrado delegado especial por el Papa tras el conflicto vivido en el interior de la Soberana Orden de Malta, que Francisco tuvo que intervenir, cesando al cardenal Burke, uno de sus máximos oponentes en el interior de la Curia vaticana.
La defenestración de Becciu está obligando a nuevos movimientos, y Bergoglio está apostando por hombres de su entera confianza, como lo era Semeraro (uno de los miembros del C6), y como lo es Silvano Tomasi, antiguo observador permanente de la Santa Sede ante la ONU y uno de los nuevos 13 cardenales anunciados por Francisco el pasado domingo.
Con todos los poderes de decisión
En la carta de encomienda, publicada por la Sala Stampa, Bergoglio encarga a Tomasi «la tarea de colaborar, al bien de la Orden, con S.E. Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, Teniente y Gran Comandante, y con el próximo Gran Maestro debidamente elegido», tras el fallecimiento, en abril, de Giacomo della Torre.
Así, apunta el Papa, Tomasi «tendrá todos los poderes necesarios para decidir cualquier pregunta que pueda surgir para la ejecución del mandato que se le ha confiado, para recibir el juramento del próximo Gran Maestro y será mi portavoz exclusivo para todo lo que concierne a las relaciones entre esta Sede Apostólica y la Orden«.
«Le ruego que desempeñe el cargo de mi Delegado hasta la conclusión del proceso de la actualización de la Carta Constitucional y el Código Melitense y en cualquier caso hasta que lo considere necesario útil para la propia Orden», concluye Francisco.
Con información de Religión Digital/Jesús Bastante