Un sondeo efectuado por Agencia Católica de Noticias (ACN) en el corazón de Xochimilco, arrojó que no hay precios inflados en esta temporada previa al día de la conmemoración de todos los fieles difuntos; sin embargo, aunque en México sus habitantes no quieren que muera la tradición, el dinero tampoco alcanza para poner majestuosas ofrendas como en años anteriores.
Contingencia pega a bolsillos de comerciantes de artículos y alimentos para ofrenda
A los comerciantes del Mercado 44 y 377, del barrio de Caltongo, en Xochimilco, en esta temporada previa al día de muertos, este año sus ganancias se vieron afectadas prácticamente a mucho menos de la mitad de su vendimia, comparada con años anteriores.
Todos coincidieron en referir que la escasa venta obedece a los estragos a la economía ocasionados por la pandemia del Covid-19.
Claudia Vichis, quien vende mole dentro del mercado, dio algunos de sus precios en lo que respecta a los diversos moles que vende.
Por kilogramo: $160, almendrado; $140, casero; $150, especial; mole de pasta 120 por kg. (ya sea dulce o picoso); también tiene a la venta el del precio más elevado; el apiñonado, que alcanza un costo de $200; su precio depende de la calidad de los productos; dijo que la pieza de piloncillo cuesta $8 pesos y $25 el cuarto.
Preocupada, Claudia, refirió que no hay comparación con la vendimia de otros años; “antes terminábamos alrededor de 5 paquetes grande de hojas para tamal ($15), y un paquete que tenemos abierto ahorita lleva como 15 días y no se puede acabar”.
Refirió que sus clientes, oscilan entre los 35 y 40 años, puesto que la gente mayor es vulnerable a contagios.
Con cierto dejo de tristeza, recordó que años anteriores “venía toda la familia… desde los abuelitos, los papás, hermanos, pero si antes venían por 5 kg, hoy vienen por un cuartito o un kilo”.
Entre cerros de papel picado con coloridos alegres, Norma, comerciante, señaló que los precios de su mercancía, oscilan desde los $1.50 a los $35 pesos por hoja; redondos que son modelos nuevos a $4 y, de papel metálico de $35 pesos.
También se quejó de que “ha estado flojo, comparado con otros años: más o menos es la mitad de lo que vendía en años anteriores”.
También coincidió en que “la mayor parte de sus clientes son jóvenes y niños, porque las personas adultas se quedan resguardadas en su hogar”.
Raquel, septuagenaria, quien vende copaleros de diversos tamaños, que oscilan desde los $40 a los $25, depende el tamaño, así como copal, incienso y mirra; un puño, entre $15 y $20 pesos, indicó “que va lenta la vendimia”.
Alejandra Valderrama, lleva más de 45 años dedicada a la siembra en Xochimilco, trajo en esta ocasión cempasúchil, manojo grande de $250 a $300; alelí, $150, manojo grande; nube, $120 a $150, mientras que la que está suelta -cempasúchil-, para el caminito de los muertos de la ofrenda, $10 pesos la bolsita.
Triste, comentó también que por la pandemia bajaron sus ventas a la mitad; es eso que trajo la mitad de la mercancía para que no se maltrate; “se cosecha menos y está más barata”.
En su canasto con pocas piezas de pan, se encontraba Edgar Díaz, panadero desde los 14 años, refirió que su especialidad es el pan de anís, el tradicional, pan tradicional, que son los golletes (color rosa) y las tortas; asimismo, estamos sacando un tipo de pan que es de Oaxaca que es en forma de muñecos”.
Explicó que los panes de muerto los elaboran con y sin azúcar, con anís; sus precios oscilan entre los $10 pesos y a $7, los golletes. Sobre sus ventas, mencionó que “en total vendemos, entre viernes y sábado, alrededor de 500 piezas, mientras que en otros años se elaboraban de mil a mil 500 piezas”.
Confirmó que en lo que respecta al pan de muerto la receta es de la Ciudad de México y en cuanto al de anís, la receta es de Oaxaca.
Faltan 9 días para el Buen Fín en el que sólo se incentiva la economía de las grandes transnacionales; de ahí que sería muy oportuno reflexionar sobre incentivar, primero, los bolsillos de los xochimilquenses que esperan todo un año para ver ganancias.
