La santificación es un deber. Pero no es un deber fácil.
Sin embargo, hay pocas cosas que hacer. El Siervo de Dios Padre Felice Maria Cappello (1879-1962) señala seis. Aquí están:
- Ofrecer todo al Señor y aceptad todo de Sus Manos.
- Sufrir el dolor físico y moral con paciencia, fortaleza y generosidad.
- Recordar que el Señor permite y dispone todo para sus altísimos y santísimos propósitos, y para nuestro mayor bien.
- Recordar que el camino seguro, infalible y corto que conduce a la adquisición de la más alta perfección y santidad es el camino de la cruz, y por tanto del sufrimiento.
- Recordar que un día de paciencia y resignación en el sufrimiento vale más que un año de oración, ayuno y actividad exterior.
- Recordar que el alma unida a Jesús en el sufrimiento atrae continuas y copiosas gracias sobre sí misma, sobre sus seres queridos, sobre los pobres pecadores. Ella es un alma amadísima del Corazón de Jesús.
CORRADO GNERRE.
ITRESENTIERI.