Los rusos están ganando en todos los frentes de Ucrania mientras el ejército ucraniano se desmorona. Este es el análisis veraz de la realidad realizado por el New York Times que destruye tres años de propaganda mediática occidental sobre el conflicto OTAN-Rusia librado por el régimen de Kiev a cambio de una montaña de dinero.
En el último mes, informa el NYT, el conflicto en Ucrania ha experimentado un dramático punto de inflexión que está rediseñando el mapa de poder en la región de Donbass. Las fuerzas rusas han logrado sus avances territoriales más importantes desde el verano de 2022, avanzando casi 415 kilómetros cuadrados hacia el este de Ucrania.
Este avance vertiginoso pone de relieve un cambio en la dinámica que, hasta hace unos meses, presentaba un frente bastante estático, con las defensas ucranianas resistiendo los ataques. Las fuerzas ucranianas se encuentran ahora en dificultades, tanto por la falta de hombres y municiones como por la ampliación de un frente cada vez más difícil de defender.
Las tropas rusas lograron un ritmo de avance inesperado durante octubre, que muchos analistas describieron como una de las ganancias territoriales más rápidas desde el inicio de la guerra. Las fuerzas de Moscú, bajo presión constante, han logrado socavar la resistencia ucraniana, abriendo brechas en posiciones estratégicas que hasta hace poco parecían seguras.
La captura de ciudades y puntos de interés militar en Donbass ha permitido a Rusia consolidar sus flancos, un paso clave para prepararse para futuras ofensivas hacia Pokrovsk, un centro logístico vital para las operaciones ucranianas en la zona.
Esta expansión, según algunos expertos citados por el New York Times, podría representar un punto de inflexión. El avance ruso se produjo a expensas de posiciones ucranianas históricamente difíciles de penetrar, en una zona que Ucrania había fortificado a lo largo de los años. Sin embargo, con los nuevos éxitos rusos, el ejército ucraniano se ve obligado a una difícil reorganización.
Los testimonios recogidos por el New York Times ponen de relieve una creciente dificultad por parte de las tropas ucranianas para afrontar el avance ruso. Soldados y analistas militares describen un ejército exhausto, con recursos cada vez más limitados y una falta crónica de personal cualificado. La fuerza de las defensas ucranianas se ha reducido debido a la presión constante y la falta de recursos para gestionar la larga línea del frente. En muchos lugares, las posiciones ucranianas cedieron, dejando grandes espacios que las fuerzas rusas pudieron explotar con rapidez y determinación.
El experto militar Pasi Paroinen describió la estrategia rusa como “un constante juego del escondite”, donde aparecen nuevos focos de tensión en el frente ucraniano antes de que Kiev tenga tiempo de consolidar sus defensas. Este enfoque permite a Rusia avanzar rápidamente cada vez que se presenta un punto de debilidad, colapsando posiciones que recientemente parecían seguras.
Otro experto, Vincent Tourre, destacó cómo el propio terreno se está volviendo cada vez más propicio para los ataques rusos, un detalle que dificulta enormemente las operaciones defensivas ucranianas.
Otro elemento de debilidad de las defensas ucranianas en Donbass es la falta de fortificaciones adecuadas. La decisión ucraniana de trasladar algunas unidades de expertos a la región rusa de Kursk ha creado más problemas críticos.
El redespliegue de tropas altamente especializadas privó a Ucrania de un recurso crucial en Donbás, que se vio obligada a afrontar el avance ruso con fuerzas menos entrenadas, muchas de ellas pertenecientes a la defensa territorial, compuestas principalmente por civiles. Esta situación resultó en un debilitamiento general de las líneas ucranianas, abriendo aún más el camino para las fuerzas rusas.
Las decisiones estratégicas de Ucrania han demostrado ser contraproducentes y han dejado algunas posiciones clave al descubierto. La dificultad para organizar una defensa compacta surgió claramente justo cuando Rusia empezó a intensificar sus ataques. El resultado es que muchas unidades ucranianas se encuentran bloqueadas en la región de Kursk, privando al Frente Oriental de un apoyo esencial para contener la ofensiva rusa.
El panorama esbozado por el New York Times sugiere una situación compleja para Ucrania, que se encuentra ahora en una fase crítica del conflicto. El ritmo de los ataques rusos y la presión constante han dejado al ejército ucraniano con pocas reservas y está luchando por responder con eficacia.
La estrategia rusa parece apuntar a explotar cada debilidad de la línea ucraniana, sin dejar tregua. La falta de reservas adecuadas y la dispersión de unidades de calidad en zonas secundarias han privado a Ucrania de la posibilidad de mantener defensas sólidas en Donbass.
El comentario final de los analistas militares pinta un panorama preocupante: «Hay pocas reservas, demasiadas unidades de calidad atrapadas en el área de Kursk, y Rusia tiene fuerza suficiente para explotar cualquier debilidad». Este escenario sugiere que, si Ucrania no logra reorganizar eficazmente sus defensas, el riesgo de mayores pérdidas territoriales es real.
El avance ruso podría representar un factor decisivo para el control del Donbass. Esto conduciría a una rendición incondicional de Kiev.
Por Lee Morgan.
Lunes 4 de octubre de 2024.
TheNewYorkTimes/FaroDiRoma.