* Sigue adelante, con alegría, con esfuerzo, aun siendo tan poca cosa, ¡nada! –Con Él, nadie te parará en el mundo. Piensa, además, que todo es bueno para los que aman a Dios: en esta tierra, se puede arreglar todo, menos la muerte: y para nosotros la muerte es Vida. (Forja, 1001)
Si eres apóstol, la muerte será para ti una buena amiga que te facilita el camino. (Camino, 735)
A los «otros«, la muerte les para y sobrecoge.
—A nosotros, la muerte —la Vida— nos anima y nos impulsa.
Para ellos es el fin: para nosotros, el principio. (Camino, 738)
No tengas miedo a la muerte.
–Acéptala, desde ahora, generosamente…, cuando Dios quiera…, como Dios quiera…, donde Dios quiera.
-No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga…, enviada por tu Padre-Dios.
-¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte! (Camino, 739)
Si no hubiera más vida que ésta, la vida sería una broma cruel: hipocresía, maldad, egoísmo, traición. (Forja, 1000).
Por SAN JOSEMARÍA.