El padre dominico peruano Gustavo Gutiérrez, de 96 años, considerado como el padre de la Teología de la Liberación de corte marxista, falleció hoy miércoles, 23 de octubre en Lima, Perú.
Según los Gustavo Gutiérrez deja «un profundo legado en la Iglesia y en los movimientos sociales de América Latina».
Para los dominco, Gutiérrez fue «un referente en la reflexión teológica contemporánea, influyendo decisivamente en el Concilio Vaticano II y en diversas corrientes pastorales».
La Conferencia Episcopal Peruana expresó sus condolencias destacando la vida de un hombre que supuestamente «dedicó su vida a la causa del Evangelio desde una opción preferencial por los pobres».
También expresó sus condolencias el Neo-Cardenal Carlos Castillo, Pachamama-Arzobispo de Lima. Precisamente Castillo fue uno de los discípulos más cercanos de Gutiérrez.
¿Quién fue Gustavo Gutiérrez?
Gutiérrez Merino fue ordenado sacerdote en 1959. Se unió estratégicamente a los dominicos en 1998 solo para escapar a la jurisdicción de su obispo.
Fue uno de los clérigos más influyentes de Perú en los años ochenta y noventa. Fue un activista político, raramente visto dirigiendo la Eucaristía y considerado por muchos como el verdadero padre de la herética Ideología de la Liberación.
En su libro Teología de la liberación: Perspectivas, Gutiérrez escribió como un marxista que «la lucha de clases es un hecho y la neutralidad en este asunto es imposible» y que «se ama a los ricos luchando contra ellos».
Calificó la pobreza, elegida por muchos santos para seguir a Cristo, como «un estado escandaloso, una ofensa a la dignidad humana y, por tanto, contraria a la voluntad de Dios».
La Teología de la Liberación fue un movimiento que ha constituido la plaga más destructiva que ha azotado a la Iglesia en América Latina, tanto desde el punto de vista ideológico como pastoral. Durante tres décadas, este movimiento aniquiló comunidades religiosas, acabó con las vocaciones y contaminó la vida pastoral de la Iglesia, todo en nombre de los «pobres» a los que nunca sirvió.
Durante la visita de Juan Pablo II a Lima en 1988, Gutiérrez fue detenido por voluntarios mientras intentaba acceder a la misa de clausura con credenciales falsas, buscando una oportunidad de fotografiarse con Juan Pablo para parecer estar en comunión con el hombre al que había descrito como un «polaco de mierda» (en español: polaco de mierda) durante el histórico primer viaje de Wojtyla a Puebla (México) en 1979.
Curiosamente, una de las voces más «conservadoras» del actual Colegio Cardenalicio, el cardenal Gerhard Müller, mostró una considerable simpatía por Gutiérrez. En 2014, presentó un libro con dos capítulos escritos por Gutiérrez y un prólogo de Francisco.
En 2015, un jefe del espionaje rumano de los años 70 declaró a ACI Prensa que «el KGB [el servicio secreto soviético] creó y financió la Teología de la Liberación».
En 2018, Francisco envió una calurosa felicitación a Gutiérrez por su 90 cumpleaños.