Los poderosos … oprimen (a las naciones). Pero no debe ser así entre ustedes

- X X I X º Domingo del Tiempo Ordinario -

Canónigo Juan de Dios Olvera Delgadillo
Canónigo Juan de Dios Olvera Delgadillo

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 35 – 45

         En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte. Èl les dijo: “¿Qué es lo que desean?. Le respondieron: Concede que nos sentemos uno tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria. Jesús les replicó: No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy  pasar y recibir el bautismo con que  seré bautizado?. Le respondieron: Sí podemos. Y Jesús les dijo: Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a   mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado.

         Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos.

Palabra del Señor.        R. Gloria a ti, Señor Jesús.

COMENTARIO:

  1. En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de   Zebedeo, y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte. Èl les dijo: ‘¿Qué es lo que desean?. Le respondieron: Concede que nos sentemos uno tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria : Esta petición de estos hermanos puede considerarse acertada y hasta espiritual, pues consiste en estar al lado de Jesús, quien no sólo es el centro de toda lo que existe, sino es el enviado del Padre. Quien no conoce a Jesús, Dios y hombre verdadero, centra su atención en las cosas creadas y necesariamente su vida esta descentrada hasta que no se ubique en Cristo.
  2. “Jesús les replicó: ‘No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?’. Le respondieron: ‘Sí podemos’ ”: Jesús dice una gran verdad: “No saben lo que piden”; estar con Cristo es algo tan especial, tan infinitamente elevado, que sobrepasa toda visión humana, y nos lleva a la dimensión eterna e infinita de Dios. Y el camino para estar con Cristo, aunque no a su izquierda o a su derecha pues ello “…es para quienes está reservado” por el Padre celestial, es precisamente el de seguirlo tomando la propia cruz, fruto de ser fieles al Señor, lo cual les atraerá la persecución del mundo, pero “dichosos serán ustedes cuando los insulten y persigan…” (Mt 5,11); seguir a Cristo en su Pasión y muerte es pasar la prueba a semejanza de Cristo y recibir el bautismo de sangre con el que ellos seguirán a Cristo en el martirio. Ambos apóstoles aceptan ese seguimiento, aunque no del todo conscientes, pero sí deseando seguir a Cristo, y por ello dicen “Sí podemos”.
  3. “Y Jesús les dijo: ‘Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a  mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado’”: Jesús les anuncia que tendrán el altísimo honor de unirse a su pasión y muerte sufriendo el martirio, y estarán con Cristo por toda la eternidad, pero los lugares que ellos solicitan no se conceden por simple petición de alguien, sino están reservados por el Padre celestial en un misterioso y sapientísimo designio que no alcanzamos a comprender.
  4. “Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: ‘Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes’ ”: Enorme y muy importante enseñanza de Cristo a sus apóstoles, y a través de ellos a toda la Iglesia: el enorme poder espiritual concedido a los apóstoles, y en especial a Pedro como Príncipe de ellos (cf. Mt 16, 18-19), sólo puede ser válido en su ejercicio en la perspectiva del servicio, de la entrega y del sacrificio en favor del Pueblo de Dios al que se conduce, y nunca como opresión o dominio prepotente. El formidable poder espiritual concedido a la Iglesia sólo se puede ejercer para edificarla como ofrenda agradable al Padre y para salvación de la humanidad.
  5. “Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”: el gran modelo de Pastor es el mismo Hijo de Dios encarnado que no ha venido a que lo sirvan sino a servir y a dar su vida; ser grande verdaderamente es asemejarse al Hijo de Dios altísimo que ha querido servirnos y dar su vida por nosotros.
  6. Que la Virgen Santísima, “la esclava” del Señor (cf. Lc 1, 48) como ella se goza de ser, nos conduzca en la imitación de su Hijo santísimo para que nunca ejerzamos opresión sobre nuestros hermanos, sino siempre busquemos ser servidores de ellos como Cristo, que ha venido a servir.
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