El Papa se refirió a las palabras del poeta argentino Francisco Luis Bernárdez, quien describió a Santa. Juan de la Cruz con tres actitudes: «ojos alzados, manos juntas, pies descalzos».
Señaló que el ministerio cardenalicio requerirá que los nuevos cardenales abran sus ojos y sus corazones, para poder mirar más allá y amar más universalmente, con mayor intensidad. Los animó a, como decía Benedicto XVI, permanecer en la escuela de su mirada, que es el costado abierto de Cristo.
Luego subrayó la importancia de la oración, que la Iglesia más necesita para alimentar mejor al rebaño de Cristo. “Una oración que pertenece al ámbito del discernimiento, para ayudarme a buscar y encontrar la voluntad de Dios para nuestro pueblo y seguirla”, escribió Francisco.
Finalmente, hablando de los pies descalzos, el Santo Padre señaló que tocan «la dura realidad de muchos rincones del mundo desgarrados por el dolor y el sufrimiento de la guerra, la discriminación, la persecución, el hambre y muchas formas de pobreza que requerirán mucha compasión y misericordia de ti.»
Al concluir la carta, el Papa animó a los nuevos sacerdotes a hacer que el título de «siervo» (diácono) prevalezca cada vez más sobre el título de «eminencia».
CIUDAD DEL VATICANO.
SÁBADO 12 DE OCTUBRE DE 2024.