El Vaticano ha anulado de facto una sentencia contra Don Ariel Principi, de la diócesis de Río Cuarto, Argentina.
Don Principi fue declarado culpable de abuso sexual de menores por dos tribunales eclesiásticos (junio de 2023 y abril de 2024). El tribunal eclesiástico ordenó su destitución del estado clerical.
Puntal informó el 21 de septiembre que el obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona, esperaba la aprobación pro forma de la sentencia por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, encabezado por el activista homosexual Tucho Fernández.
Pero el Vaticano suavizó la sentencia con un decreto del 23 de septiembre firmado por el representante del Secretario de Estado, el arzobispo Edgar Peña Parra, acusado él mismo de actividad homosexual y de mala conducta financiera.
Monseñor Peña Parra escribe que en julio de 2024 se presentaron «nuevas pruebas», lo que dio lugar a un «juicio extraordinario». La nueva decisión modifica el castigo del sacerdote culpable.
Se permitirá a Don Principi continuar su ministerio sacerdotal. Sólo se le prohibirá [por el momento] presidir la Eucaristía en público, tener contacto con menores y trabajar en la Renovación Carismática.
Caminante-Wanderer proporciona más contexto. El caso estaba sobre la mesa de Tucho Fernández, de la misma diócesis que Don Principi. Ambos fueron compañeros de seminario y son amigos. Principi fue incluso el asistente a la consagración episcopal de Fernández.
Francisco, que afirma tener una política de «tolerancia cero» hacia los abusadores sexuales clericales, repitió estas palabras vacías el pasado fin de semana durante su visita a Bélgica.