* En estos tiempos difíciles no debemos desesperarnos, sino depositar toda nuestra confianza en el poder salvador de la Cruz de Cristo.
* Con San Miguel como nuestro líder y protector, marchamos hacia adelante bajo su estandarte, sabiendo que la victoria pertenece a Dios.
Nota del editor: Lo siguiente fue escrito por el prior de los Padres Norbertinos de la Abadía de San Miguel, quienes piden a los católicos que participen en su novena a San Miguel Arcángel.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
A lo largo de la historia, en momentos de gran oscuridad y angustia, los fieles han recurrido a la intercesión de San Miguel Arcángel, Príncipe de las Huestes Celestiales, defensor de la Iglesia y protector de las almas.
Hoy vivimos en una época de crisis sin precedentes.
La verdad se está distorsionando, reina la confusión moral y los cimientos de nuestra sociedad se están desmoronando.
Nuestra Iglesia, nuestro país y nuestras familias están bajo el ataque implacable de fuerzas que buscan dividir y destruir. El colapso de la fe, el aumento de la impiedad y la propagación del mal amenazan con abrumar al mundo.
Ante esta crisis urgente, debemos invocar una vez más la poderosa ayuda de San Miguel para mantenernos firmes en la fe y resistir la oscuridad que nos rodea.
En respuesta a estos desafíos inmediatos y graves, los Padres Norbertinos de la Abadía de San Miguel están haciendo un solemne llamado a todos los católicos para que se unan en una poderosa Novena a San Miguel Arcángel durante los nueve días previos a la fiesta de San Miguel, el 29 de septiembre.
Mientras las fuerzas de la oscuridad buscan socavar la estructura misma de nuestra Iglesia, nuestra nación y nuestras familias, debemos unirnos como soldados de Cristo, elevando nuestros corazones en oración y penitencia. Bajo la protección de San Miguel, enfrentaremos el mal que amenaza a nuestra sociedad y al futuro de nuestros hijos con una fe inquebrantable.
Un llamado unido a la ayuda divina
Les pedimos que unan sus oraciones, penitencias y sacrificios a los de nuestra comunidad durante este período de guerra espiritual. Al unir su trabajo espiritual al nuestro, juntos fortaleceremos nuestra súplica de asistencia divina, suplicando al Señor que envíe a San Miguel y sus huestes celestiales para defendernos en esta hora de necesidad.
Ya sea a través del ayuno, la abstinencia o los actos de caridad, cada sacrificio personal se convierte en un arma poderosa en esta batalla espiritual.
Nuestro objetivo es prepararnos bien para la festividad de San Miguel este año, para que en ese día sagrado podamos pedirle que nos muestre su poderosa intercesión ante el trono de Dios. Mientras volvemos nuestros corazones hacia el Cielo, permanezcamos juntos, fortalecidos en la fe, con San Miguel a la cabeza.
‘Sé nuestra protección…’
Durante los nueve días de esta novena, miembros de nuestra comunidad ofrecerán reflexiones que explorarán la importancia de la guerra espiritual y el impacto real y extraordinario de la oración y el ayuno, en nuestras vidas y en el mundo. Estas reflexiones incluirán charlas breves a cargo de cohermanos norbertinos, transmitidas en vivo desde nuestra iglesia abacial, y una mesa redonda transmitida en vivo con el padre Chad Ripperger y Gabriel Castillo. Para quienes se encuentren cerca de la abadía, habrá un programa especial de retiros, horas santas e incluso un recital de órgano gratuito en honor a la victoria de San Miguel.
Un centro de peregrinación
Más allá de su gran importancia para la Iglesia universal, la devoción a San Miguel está profundamente arraigada en nuestra propia comunidad. Nuestra abadía madre en Csorna, Hungría, fue un centro de esta devoción durante ocho siglos.
Hoy, la Abadía de San Miguel no es sólo un bastión espiritual para nuestra comunidad, sino también un lugar de peregrinación para quienes buscan la intercesión de San Miguel. Peregrinos de lugares cercanos y lejanos vienen a honrar al Arcángel, a orar por su protección y a encontrar fuerza en su ejemplo de fidelidad inquebrantable a Dios. Como centro de devoción, la abadía sigue dando testimonio del poder perdurable de la intercesión de San Miguel, recordándonos que las fuerzas de la oscuridad pueden ser vencidas a través de la oración, la fe y el sacrificio.
Una última palabra de esperanza y confianza
En estos tiempos difíciles no debemos desesperarnos, sino depositar toda nuestra confianza en el poder salvador de la Cruz de Cristo.
Con San Miguel como nuestro líder y protector, marchamos hacia adelante bajo su estandarte, sabiendo que la victoria pertenece a Dios.
Las fuerzas de las tinieblas no prevalecerán porque Cristo ya triunfó sobre el pecado y la muerte.
Tengamos ánimo, sabiendo que mientras luchamos bajo el estandarte de San Miguel, tenemos la seguridad de la protección y la gracia de Dios. Juntos, como una sola Iglesia, nos mantendremos firmes en la fe, confiando en la intercesión de San Miguel para proteger a nuestra Iglesia, nuestro país y nuestras familias.
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio.
Que Dios lo reprenda, te rogamos humildemente,
y tú, Príncipe de los ejércitos celestiales, arroja al infierno,
con el poder de Dios,
a Satanás
y a todos los espíritus malignos
que rondan por el mundo
buscando la ruina de las almas. Amén.
En la paz de Cristo,
Padre Prior.
Puedes aprender más sobre la novena aquí .
