En medio de un panorama europeo donde la Iglesia Católica enfrenta una disminución en su número de fieles, Suecia emerge como una excepción notable. Mientras que en países como Alemania la Iglesia atraviesa por una crisis de deserción masiva, la Iglesia Católica en Suecia está experimentando un crecimiento significativo, desafiando las tendencias que predominan en el continente.
Crecimiento en Tiempos de Cambio
En los últimos diez años, más de 20,000 nuevos católicos se han unido a la Iglesia en Suecia, elevando el número total de fieles a aproximadamente 130,000. Esta cifra, aunque modesta en comparación con otras naciones, representa un crecimiento notable en un país donde el catolicismo ha sido históricamente una minoría.
Este aumento en la membresía ha captado la atención de medios locales e internacionales, incluidos los de la misma Iglesia. La agencia de los obispos italianos ha destacado este fenómeno como un hecho singular en el contexto europeo, donde muchas iglesias enfrentan un declive constante.
Jóvenes y Conversos: Nuevas Caras en la Iglesia
Una de las características más llamativas de este crecimiento es la diversidad de los nuevos fieles. Según un artículo publicado en Göteborgs-Posten y reproducido en la página web de la diócesis de Estocolmo, entre los nuevos miembros de la Iglesia Católica en Suecia se encuentran jóvenes que no provienen de entornos religiosos, un cambio significativo respecto a las décadas anteriores, cuando la mayoría de los conversos eran adultos luteranos.
En promedio, unas 100 personas al año se convierten al catolicismo en Suecia, y aunque las conversiones no son el único motor de crecimiento —la inmigración también juega un papel clave—, reflejan un interés creciente por la fe católica entre sectores de la población que anteriormente no habían mostrado afinidad hacia la religión.
La Contraposición con Alemania
Este crecimiento contrasta fuertemente con la situación en Alemania, donde la Iglesia Católica está experimentando una disminución significativa en el número de fieles. En 2023, la cifra de abandonos alcanzó las 400,000 personas, una tendencia que comienza a tener un impacto en la economía de la Iglesia y sus infraestructuras.
Helena D’Arcy, redactora jefe de la revista sueca Katolskt magasin, apunta a la «dirección liberal de la Iglesia en Alemania y la alta tasa de impuestos eclesiásticos» como factores clave en esta deserción masiva. En contraste, la Iglesia en Suecia ha mantenido una postura más tradicional y clara en cuestiones doctrinales, lo que podría estar contribuyendo a su atractivo entre aquellos que buscan una fe más definida y coherente.
Fidelidad al Evangelio en Tiempos Difíciles
La Iglesia en los países nórdicos, incluyendo Suecia, ha sido reconocida por su valentía y claridad en la defensa de la doctrina católica. Los obispos de la región no han dudado en reafirmar la enseñanza de la Iglesia sobre temas como la sexualidad humana y han expresado críticas hacia las tendencias sinodales en Alemania, que consideran un riesgo de cisma.
El Cardenal Anders Arborelius, uno de los líderes más destacados de la Iglesia en Suecia, ha sido particularmente vocal en este sentido, subrayando la importancia de mantenerse fieles al Evangelio y a la tradición de la Iglesia. Esta firmeza en la fe podría ser uno de los factores que están atrayendo a nuevos fieles, especialmente a aquellos jóvenes que buscan una espiritualidad sólida y auténtica.
El Desafío de Crecer
A medida que la Iglesia Católica en Suecia continúa creciendo, surgen nuevos desafíos, particularmente en términos de espacio y recursos. La necesidad de más lugares de culto y la expansión de las infraestructuras eclesiásticas se han vuelto cada vez más urgentes, reflejando el crecimiento sostenido y la vitalidad de esta comunidad.
Este crecimiento no solo es un testimonio de la resiliencia de la fe católica en un país predominantemente secular, sino que también ofrece un modelo de cómo la Iglesia puede florecer en medio de las adversidades, manteniéndose fiel a sus principios fundamentales y ofreciendo una alternativa espiritual en un mundo cada vez más incierto.
Reflexión Final
El caso de la Iglesia Católica en Suecia ofrece una reflexión sobre el estado de la fe en Europa. Mientras que algunas iglesias enfrentan un declive preocupante, la experiencia sueca demuestra que es posible no solo resistir, sino también crecer, incluso en un entorno secular. La clave podría residir en una combinación de fidelidad doctrinal, claridad en la enseñanza y una apertura acogedora hacia todos aquellos que buscan un camino espiritual. Este fenómeno en Suecia es un recordatorio de que, incluso en tiempos de incertidumbre, la fe puede encontrar nuevas formas de florecer y atraer a quienes buscan algo más profundo en sus vidas.
ESTOCOLMO, SUECIA.
JUEVES 12 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
TEKTON.
