El marxismo ha criticado a las sociedades burguesas y capitalistas, reprochándoles la mercantilización y la alienación de la existencia humana. Ciertamente, este reproche es inadecuado, ya que se fija únicamente en la esfera de producción y de propiedad. La alienación política del Estado es un instrumento de dominio utilizado por la clase dominante y también por la clase socialista autoritaria. La experiencia histórica de los países socialistas ha demostrado tristemente que el colectivismo no acaba con la alienación, pues existen tres tipos: la alienación política, es decir, aquella que ve al Estado como instrumento de dominio; la alienación social, la cual expone la división de la sociedad en clases antagónicas; y la alienación económica o del trabajo.
Con su trabajo, el hombre adquiere los bienes de la tierra y goza de ellos, los habitantes sin distinción alguna logran tener posesiones. La propiedad privada se constituye por los bienes de cualquier tipo de vivienda, capital, terrenos, fábricas, edificios, arrendados o herencias familiares o jurídicas distintas al Estado. El dominio sobre los bienes externos asegura la autonomía personal y familiar es como una ampliación de la misma libertad por ello hombre con su trabajo adquiere los bienes, de esta forma los habitantes sin distinción alguna pueden lograr tenerlos.
La realidad social está compuesta por personas que sienten, piensan, que tienen dificultades, sufrimientos, alegrías y demás. Solo desde una comprensión e identificación de las necesidades e intereses de la mayoría de la población se puede buscar la solución a las problemáticas del país, por ello, una actitud de inquietud frente al mundo, con base en lo que se observa y se vive, da origen a un pensamiento crítico, con datos comprobables y veraces. Mientras no haya un cambio de mentalidad con una nueva concepción de la vida, será casi imposible generar una mentalidad crítica, el “tránsito mental de la consciencia”.
La tierra satisface las necesidades del hombre, es el sustento de la vida humana y es mediante el trabajo que el hombre, usando su inteligencia, aprovecha las oportunidades y logra adquirir un bien para hacer de la tierra su hogar. De este modo se apropia de una parte de tierra que ha conquistado con el esfuerzo de su trabajo, de este modo, juntas, las propiedades privadas, deben cooperar por el bien común.
A lo largo de la historia el elemento principal ha sido la tierra y el trabajo solo buscaba favorecer la fecundidad o producción. En la actualidad, el trabajo que hace el hombre es importante, porque trabajar con otros y para otros vuelve imposible prescindir unos de otros. Aunque la inteligencia artificial está presente, el trabajo del hombre es una parte social fundamental; asimismo el costo será alto para esa gran población alienada que mantiene la ilusión de que el gobierno le dará todos los bienes sin mayor esfuerzo.
Aquí lo más importante es servirle mejor a nuestro pueblo, con mayor consciencia. Muchos servidores públicos se encuentran alienados y enajenados, sin consciencia de la realidad que está sufriendo el país.
Tener una conciencia libre es ser conscientes de nuestra situación concreta, de que tenemos un sistema político compuesto por instituciones que se encuentran al servicio de la cultura alienada.
