* Los actuales ataques en Cisjordania tienen su origen en un plan militar ya lanzado el año pasado y que culminó con el bombardeo de Jenin en julio de 2023, mucho antes del trágico ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre.
La operación militar en Cisjordania, lanzada a gran escala en los últimos días por el gobierno israelí liderado por Benjamín Netanyahu, tiene orígenes muy lejanos. Ha sido estudiado hasta el más mínimo detalle, gracias también a las informaciones obtenidas por agentes del Shin Bet, el organismo de investigación del Interior, y por «colaboradores» palestinos.
Todo comenzó antes de aquel trágico 7 de octubre del año pasado , cuando milicianos de Hamás, escapando de Gaza, atacaron por sorpresa territorio israelí, matando a 1.200 personas, entre civiles y soldados, y secuestrando a 250, que luego fueron llevadas a escondites dentro de la Franja de Gaza.
Las primeras señales del plan del gobierno israelí de anexar Palestina se produjeron en julio del año pasado.
El ejército judío, el 3 de julio de 2023, lanza un ataque masivo contra Jenin. Una de las incursiones más duras y violentas llevadas a cabo en Cisjordania desde la Segunda Intifada, ocurrida hace más de veinte años, cuando la ciudad fue arrasada por bombardeos por orden del entonces Primer Ministro Ariel Sharon. Un ataque desde la tierra y el cielo, el de 2023, que no dejó escapatoria. El saldo fue de doce muertos, pero la acción provocó miles de desplazados y daños incalculables en viviendas, redes de agua y carreteras.
Los números cuentan la historia .
En Jenin, de enero a julio de 2023, 192 palestinos murieron a manos de Israel, entre ellos 31 niños. Pero el asunto no termina aquí. Israel procede a lo que se definen y clasifican como detenciones administrativas, incluidas las de menores, pero que en realidad son detenciones ilegítimas.
Numerosas demoliciones de estructuras civiles, como la escuela Jabbet el-Deeb, construida con fondos de la Unión Europea y destruida por Israel el 7 de mayo de 2023. Acontecimientos informativos que pasan a un segundo plano. No es digno de ser dicho, incluso si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas expresó a este respecto «tristeza por la muerte de civiles».
El ejército israelí había denominado en clave la ofensiva militar contra Jenin «Casa y Jardín». Fue el comienzo oficial de una verdadera colonización de Cisjordania.
En junio del año pasado, el gobierno de Netanyahu dio luz verde a un plan para construir cinco mil unidades de vivienda adicionales en Cisjordania, donde ya viven más de 700.000 colonos israelíes. Hay un silencio sepulcral en las cancillerías internacionales. Sólo algunas distinciones. Ninguna condena pública a Israel por sus acciones colonizadoras.
Sólo la Corte Internacional de Justicia declaró ilegal la presencia de Israel en los Territorios Ocupados, subrayando la gravedad de la situación y declarando que Israel ha construido un sistema de segregación racial en los territorios.
Es urgente poner fin, lo antes posible, a la presencia ilegal del Estado de Israel en los territorios palestinos ocupados desde 1967″, sentenció el Tribunal Superior.
Palabras que, sin embargo, no tuvieron seguimiento. Israel continúa impertérrito su camino, independientemente de las leyes internacionales.
De hecho, en los últimos días, las excavadoras de la operación «Campos de verano» han seguido pavimentando las calles de Jenin, Tubas, Tulkarem y los militares han asaltado los campos de refugiados. Ya son diecisiete las víctimas.
Mientras tanto, los israelíes dijeron que habían matado al comandante de las Brigadas Al-Quds de la Jihad Islámica, Mohammed Jaber, alias Abu Shujaa. Tenía veintiséis años, cinco años pasados en prisiones israelíes y en prisiones de la Autoridad Palestina, y ya había escapado de un asesinato selectivo el pasado mes de abril en Nur Shams (Tulkarem), donde nació. Se había radicalizado tras las masacres en Gaza. Y como él, muchos otros jóvenes de Cisjordania están avanzando hacia posiciones extremistas, alimentados por el odio, el desprecio y el resentimiento hacia Israel. Junto con Jaber, Israel anunció que también había matado al líder de Hamás en Jenin, Wassem Hazem.
Los habitantes del campo de refugiados de Nur Shams, en la gobernación de Tulkarem , tras el ataque israelí de los últimos días, hablan de los graves daños que han sufrido: malas carreteras que dificultan el transporte, falta de electricidad y agua. Numan Hassan es residente de Nur Shams. Sostiene que la violencia y las incursiones agresivas del ejército israelí son parte de una estrategia: expulsar a los residentes del país, para que los colonos puedan ocupar esas tierras.
Pero es un robo. Parece que estamos reviviendo el año 1948, cuando nuestros padres fueron expulsados de Palestina. Algunas familias se marcharon por miedo y nunca regresaron”, afirmó Hassan.
Mientras tanto, las Naciones Unidas están pidiendo un fin «inmediato» de la operación liderada por Israel en Cisjordania y han calificado el sufrimiento de los residentes de Gaza «más allá de lo que cualquier ser humano puede soportar».
El gobierno británico también dijo estar «profundamente preocupado» por los «métodos» utilizados por Israel en la operación militar llevada a cabo en Palestina.
Así lo afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que renovó su petición al Estado judío de «mostrar moderación, respetar el derecho internacional y reprimir las acciones de quienes pretenden exacerbar las tensiones».
Mientras tanto, en la Franja de Gaza, el ejército israelí se retiró de las zonas orientales de Jan Yunis, tras una operación militar que duró veintidós días, dejando tras de sí un reguero de muertes y destrucción;
Sin embargo, los ataques en otras zonas de la Franja continúan intensificándose. En uno de ellos, la fuerza aérea israelí destruyó un convoy de ayuda humanitaria : el objetivo era atacar a los «atacantes armados» que intentaban apoderarse del convoy.
Según Sandra Rasheed, directora nacional de Anera, una organización no gubernamental que opera en Oriente Medio, el ataque provocó la muerte de varias personas empleadas por una empresa de transporte que la organización utilizaba para transportar suministros al hospital de la Media Luna Roja de los Emiratos en Rafah. .
En este clima de terror y violencia ciega surge una gota de esperanza: el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus , celebró la luz verde a la tregua sanitaria para vacunar contra la polio a los niños de Gaza.
«Se espera que el 1 de septiembre comience una campaña de vacunación contra la polio en Gaza. Saludamos el compromiso de realizar pausas humanitarias en zonas específicas y la suspensión de las órdenes de evacuación para la implementación de la campaña”, escribió en su cuenta X.
Por Nicola Scopelliti.
Sábado 31 de agosto de 2024.
lanuovabq.
