La ciudad de Panamá fue sede del X Encuentro de Obispos y agentes de pastoral migratoria de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe del 19 al 23 de agosto de 2024 con el tema: “Caminando junto al migrante y al refugiados”. Ahí, obispos de Chiapas y Guatemala.
Ahí dieron a conocer el mensaje “Vengan y vean” para denunciar la emergencia que viven diferentes comunidades fronterizas de México y Guatemala y ante la celebración de elecciones extraordinarias este domingo 25 de agosto, mismas que no pudieron celebrarse con normalidad el 2 de junio, debido a la violencia en los municipios de Chicomuselo, Pantelhó y Luis Ángel Vidal.
El mensaje es un exigente llamado de los obispos para advertir que las comunidades están “convertidas en verdaderos campos de batalla por la disputa de territorios entre grupos del crimen organizado” y defender tierras y posesiones frente a un terror que “nunca imaginaron”.
En últimas semanas, la violencia campea en el Estado recrudeciéndose a niveles indecibles. La mejor respuesta es la negación de esta realidad donde miles han sido desplazados, el imperio de la violencia es la marca del estilo de la ley y la incapacidad del gobierno, la única respuesta que demuestra que la única legalidad posible es: la inseguridad. Por eso, ¡Vengan y vean! es la manera en la que los obispos quieren que los ojos del mundo se dirijan a la frontera de Chiapas donde la realidad son las decenas de desplazados de sus tierras y hogares a causa de una guerra no declarada.
“Ninguno ha dado credibilidad a la palabra…” señalan los obispos mientras que, ante la realización de elecciones extraordinarias, la violencia se intensifica debido a que los “intereses económicos, políticos, extractivistas, venidos de fuera, han marcado opciones, posiciones y luchas que solo con armas y grupos de exterminio que operan sin control y campante impunidad podrían ser arrasados”.
Y mientras los partidos políticos se reparten el pastel del poder en las Cámaras del Congreso de la Unión y, ante la cascada de regresivas reformas que lesionarán para siempre nuestra democracia, la pregunta es, sin duda, obligada. ¿A quién le importa el destino de miles de chiapanecos? Por eso es ese llamado ¡Vengan y vean! a un gobierno populista y demagogoque sólo tiene interés cuando los habitantes de ese Estado dan miles de votos; después, queda en manos del crimen organizado el cual está haciendo de Chiapas un botín de millones y millones de pesos con la complacencia de las autoridades, esas que, como afirma el mensaje, han tolerado que los chiapanecos sean tratados como desechos. “Su sangre derramada clama al cielo”, así como la destrucción de las propiedades que han obligado a decenas a cruzar la frontera hacia Guatemala para salvar su vida.¡Vengan y vean!
