“Examínate: despacio, con valentía”: no esperes a la vejez para ser santo, porque no sabes si llegarás a ella

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* Examen.

* – Labor diaria.

* – Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna? (Camino, 235)

Examínate: despacio, con valentía. –

¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados -inmotivados, aparentemente- proceden de tu falta de decisión para romper los lazos sutiles, pero «concretos», que te tendió -arteramente, con paliativos- tu concupiscencia? (Camino, 237)

Acaba siempre tu examen con un acto de Amor -dolor de Amor-: por ti, por todos los pecados de los hombres…

-Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases(Camino, 246)

Hay un enemigo de la vida interior, pequeño, tonto; pero muy eficaz, por desgracia: el poco empeño en el examen de conciencia(Forja, 109)

No esperes a la vejez para ser santo: ¡sería una gran equivocación!

–Comienza ahora, seriamente, gozosamente, alegremente, a través de tus obligaciones, de tu trabajo, de la vida cotidiana

No esperes a la vejez para ser santo, porque, además de ser una gran equivocación –insisto–, no sabes si llegará para ti. (Forja, 113)

Por SAN JOSEMARÍA.

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