«Este resultado es en parte bueno y en parte no tan bueno. Sabemos que estos son los Juegos Olímpicos y cada medalla cuenta. Sin embargo, perdimos el último partido y es difícil para mí – dijo Wilfredo León, miembro del equipo polaco de voleibol, en una entrevista con la Agencia Polaca de Prensa. En esta ocasión, el jugador no dejó de mencionar a Dios, a quien, entre otras cosas, dedicó su parte en los éxitos del equipo.
Cuando se le preguntó a quién dedica la medalla de plata que ganó, respondió que fue principalmente a Dios, porque «Él es la estrella más grande que me permitió obtener esta medalla». –
«En segundo lugar, a la familia, que es lo más importante, y en tercer lugar, a la afición«, – León.
La afición llevaba mucho tiempo esperando esta medalla, la necesitaban mucho. Pueden volver a casa con la cabeza más tranquila porque por fin les hemos dado el éxito en los Juegos Olímpicos. Espero que cada vez más niños y jóvenes polacos asistan a academias de voleibol. Sé perfectamente cuánta gente necesitamos para mejorar en el deporte. Por eso comencé este proyecto con el club de Toruń. Todo niño que comience hoy también podrá tener la oportunidad de representar algún día al país , afirmó el jugador polaco de raíces cubanas.
También se refirió a su propio camino que precedió a su éxito actual. –Yo era cerrado y el deporte me enseñó a ser abierto. Es mucho más fácil para mí comunicarme con los jugadores y otras personas. El deporte también me dio disciplina, porque sin ella aquí no se puede hacer nada. Hay que tener un espíritu fuerte para lograr algo en el deporte , puntualizó.
Mañana veré a mis hijos. Nos abrazaremos, habrá largas conversaciones, mostraré esta medalla. Deje que los niños vean este disco que ganó papá. Veremos qué dicen al respecto. Mis hijos son pequeños, pero ya entrenan mucho. Quizás algún día les vaya mejor que a papá en los Juegos Olímpicos , añadió.
Tomasz Więcławski.
París, Francia.
PAP.