1. ¿Qué es la transfiguración ?
La palabra transfiguración proviene de las palabras latinas trans (que significa diferente ) y figrua (que significa forma ). Por lo tanto, es fácil llegar a la conclusión de que transfiguración significa simplemente un cambio de forma.
Es este evento, la Transfiguración, es decir, la Transfiguración del Señor Jesús, el que se describe en los Evangelios leídos el 6 de agosto.
2. ¿Cómo describen los Evangelios la Transfiguración del Señor?
Los apóstoles Lucas, Marcos y Mateo escriben que unos días después de que Cristo confesara que sería asesinado pero resucitaría, el Señor se llevó consigo a Pedro, Juan y Santiago al monte. Allí tuvo lugar la transfiguración: cuando el Señor Jesús oró, su rostro se volvió radiante y sus vestidos se volvieron más blancos de lo que cualquier batanero en la tierra podría blanquear (Mc 9,3). Entonces Elías y Moisés se aparecieron a los discípulos alrededor de Jesús, y él les hablaba (Mt 17,3). San Pedro respondió entonces ofreciéndose a construirles tres tiendas (Lucas 9:33). De repente, vino una voz desde las nubes: ¡Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia! (Mt 17:5).
Cuando los discípulos oyeron la voz de Dios, tuvieron miedo y cayeron sobre sus rostros, entonces Cristo se acercó a ellos y les dijo: No temáis. Y no había nadie alrededor de él excepto los discípulos.
3. ¿Por qué tuvo lugar la Transfiguración?
A esta pregunta precisamente se responde en el Catecismo de la Iglesia Católica, en el punto 568:
La Transfiguración de Cristo tiene como objetivo fortalecer la fe de los Apóstoles ante sus sufrimientos futuros, ir a la «alta montaña» es una preparación para entrar en el Calvario. Cristo, Cabeza de la Iglesia, muestra lo que contiene su Cuerpo y lo que irradia en los sacramentos: «la esperanza de gloria» (Col 1,27).
La Transfiguración fue, por tanto, una preparación de los discípulos a la hora dolorosa de la Pasión, para que no sucumbieran al escándalo de la cruz y para que tuvieran certeza derivada también de fuentes sobrenaturales.
4. ¿Dónde tuvo lugar la Transfiguración?
Los Evangelios hablan de una alta montaña en la que tuvo lugar este acontecimiento, pero ninguno de los relatos de los Apóstoles indica su nombre. Sin embargo, la tradición cristiana habla del monte Tabor; ya se mencionó muchas veces en el Antiguo Testamento. Fue mencionada por el profeta Samuel en su discurso al rey Saúl, y también se refirieron a ella los profetas Jeremías, Oseas y los autores del Libro de los Salmos.
5. ¿Por qué Jesús está acompañado por Moisés y Elías?
Las figuras del Antiguo Testamento que aparecen junto a Cristo representan los dos componentes principales de la Antigua Alianza: Moisés simboliza la Ley y Elías era considerado el más grande de los Profetas. La Ley y las Profecías conocidas por los judíos debían converger en la persona de Jesucristo con Su muerte y resurrección.
Esta compañía simbólica de Cristo tenía como objetivo dar a los apóstoles la confianza de que Él era el Hijo de Dios. El evangelista señala que el Señor Jesús se refirió a esto una vez más, después de su resurrección, cuando, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras (Lucas 24,27).
6. La Transfiguración es descrita por los evangelistas Lucas, Mateo y Marcos, mientras otros discípulos estaban en el monte con Cristo. ¿Se han conservado sus declaraciones sobre este asunto?
En su segunda carta, San Pedro confirma exactamente lo que probablemente había dicho antes a los otros apóstoles:
Porque cuando os anunciamos el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. Porque recibió honra y gloria de Dios Padre cuando le llegó esta voz de gran Majestad: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Y oímos esta voz que venía del cielo cuando estábamos con Él en el monte santo (2 Pedro 1: 16-18).
7. ¿Qué nos enseña la Transfiguración del Señor?
La Transfiguración fue principalmente una revelación de majestad divina y sobrenatural para los apóstoles. Los exégetas bíblicos también subrayan a menudo que esta experiencia de los apóstoles duró muy poco, fue por un momento. Esta es una indicación simbólica de que nuestra fe rara vez se limita únicamente a experiencias místicas.
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