Luego de la fuerte presión ejercida por católicos de todo el mundo, que condenaron las escenas blasfemo-transexuales que se emitieron durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, finalmente la Santa Sede emitió hoy un comunicado en el que se declara «entristecida» por «algunas escenas» y deplora «la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones».
«La Santa Sede -se lee en el texto-, entristecida por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, no puede sino unirse a las voces que se han alzado en los últimos días para deplorar la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones«.
«En un acontecimiento prestigioso, en el que el mundo entero se une en torno a valores comunes», prosigue el comunicado, «no debe haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas«.
En conclusión, la Santa Sede subraya que «la libertad de expresión, que evidentemente no se cuestiona, encuentra su límite en el respeto a los demás».
