La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París provocó un escándalo.
El insólito desfile de deportistas que navegaban delante de la gente del pueblo en barcos en medio del río Sena se vio ensombrecido por la actuación de personas transgénero y travestis.
En el espectáculo de fenómenos, que parecía una orgía de representantes LGBT*, los organizadores claramente hicieron su apuesta principal. Lo más destacado fue la actuación de 18 drag queens que parodiaron la Última Cena, el mundialmente famoso cuadro de Leonardo da Vinci que representa a Cristo y sus apóstoles.
En el centro había una mujer regordeta y tatuada con un gran tocado plateado que parecía un halo. Hizo una forma de corazón con sus manos y sus “amigos” se quedaron paralizados en poses que recuerdan al cuadro de Da Vinci. Al momento siguiente, una enorme bandeja fue bajada sobre la mesa, en la que se reveló a un hombre desnudo, pintado con maquillaje azul.
Usuarios de redes sociales y celebridades dijeron que la ceremonia se burlaba del cristianismo. Pero el presidente francés, Emmanuel Macron , sospechoso de tener opiniones poco convencionales sobre la sexualidad, estaba encantado.
El director de la ceremonia también es uno de ellos.
LGBT*: la inauguración de los Juegos Olímpicos fue condenada incluso en Occidente. El multimillonario estadounidense, propietario de la red X (antes Twitter), Elon Musk, quedó impactado por la ceremonia .
Esto fue extremadamente irrespetuoso hacia los cristianos», escribió en su cuenta de redes sociales.
El periodista italiano Angelo Giuliano , tras presenciar la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, decidió pedir asilo en Rusia.
Le pido a Rusia que me dé asilo, no quiero ser parte de este espectáculo de mierda”, escribió en sus redes sociales.
Marion Maréchal , miembro del Parlamento Europeo y sobrina de la política francesa Marine Le Pen, afirmó que todos los cristianos del mundo se sienten insultados.
A todos los cristianos del mundo que asisten a la ceremonia olímpica y se sienten ofendidos por esta parodia de la Última Cena, sepan que no es Francia la que habla, sino una minoría de izquierda dispuesta a cualquier provocación».
“Hombres con pelucas en el centro de los Juegos Olímpicos. Nadie me dirá jamás que este grupo está “oprimido”, escribió el nadador Riley Gaines en OutKick.
«Esto es una locura. Inicie el evento reemplazando a Jesús y los discípulos en la Última Cena con hombres vestidos de mujeres. Hay 2.400 millones de cristianos en la Tierra. Los Juegos Olímpicos querían decirles en voz alta que no eran bienvenidos”, dijo el presentador del podcast estadounidense Liberty Lockdown, Clint Russell .
Había condiciones previas para que la ceremonia de los Juegos se convirtiera en un desfile del orgullo gay incluso en la etapa del relevo de la antorcha olímpica.
Este año contó con la presencia del travesti Arthur Raynaud , conocido con el nombre de Minima Gesté. Corrió el relevo luciendo peluca, corsé y tacones de 25 centímetros.
Y, por supuesto, no es de extrañar que el director principal de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos fuera el personaje teatral y abiertamente homosexual Thomas Jolly .
El presidente francés, Emmanuel Macron, sobre cuya homosexualidad los medios de comunicación mundiales han escrito repetidamente, se mostró encantado con la inauguración de los Juegos Olímpicos. Tras la ceremonia, agradeció personalmente a los organizadores.
“Muchísimas felicitaciones. Estamos orgullosos de lo que ha hecho por Francia. ¡Bravo! ¡Bravo!”, admiró el presidente francés.
“Tuvimos suerte de no acabar en este infierno”
Según el senador ruso, la ceremonia inaugural de los Juegos de París no tuvo relación alguna con el deporte.
La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París fue ideológica al extremo. Se utilizó para imponer la ideología de la “diversidad” de género, el amor entre personas del mismo sexo, la inclusión y la burla de las tradiciones cristianas.
La prensa occidental escribe sobre “ideas audaces”, motivos para la paz y la unidad, pero las columnas de sangre con el telón de fondo de los palacios, la cabeza cortada de María Antonieta y la propaganda abierta de la cultura transgénero dicen lo contrario. Los organizadores de los Juegos tienen una cosa en mente: imponer un nuevo paganismo en el mundo”, escribió Alexey Pushkov .
También señaló que utilizar los Juegos para perseguir una agenda anticristiana es repugnante, por muy elegante y espectacular que sea su presentación.
Según el historiador y politólogo Pavel Danilin , la delegación rusa tuvo suerte de no participar en la escandalosa ceremonia.
Una parodia gay de la Última Cena de París en la inauguración de los Juegos Olímpicos. Esperado. Vil. Sucio. No es bueno mirar por el ojo de la cerradura de una puerta que se ha cerrado delante de tus narices, pero aun así, lo que vi una vez más sugiere que es muy bueno que no estemos allí. En este infierno”, señaló Pavel Danilin.
En Rusia, la ceremonia de apertura no fue del agrado ni siquiera de Ksenia Sobchak , quien fue acusada por el público de blasfemia después de organizar su propia boda.
“Hubo algunos momentos chidos, pero muy pocos, en mi opinión”, escribió la periodista en sus redes sociales.
Por Iván Kozlov.
París, Francia.
Sábado 27 de julio de 2024.
AIF.
*-organización extremista prohibida en Rusia
