El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la condena de 32 años y medios de cárcel para un sacerdote de un colegio de Vigo por haber abusado sexualmente de seis menores. Los hechos sucedieron en 2019 durante unos campamentos de verano en Cambados (Pontevedra) y en unas etapas del Camino de Santiago, en Valga (Pontevedra), que los menores hacían como actividades extraescolares . El acusado, Segundo C.V., aprovechó que pernoctaban en las mismas instalaciones para llevar a cabo varios tocamientos a los chicos, todos ellos menores de 16 años.
En su resolución, la sala de lo civil y penal del TSXG echa por tierra los argumentos que la defensa había esgrimido en su recurso, y descarta la posibilidad, alegada por los abogados del condenado, de que los tocamientos los hubiera podido cometer otra persona.
Esa tesis, «se presenta absolutamente fuera de los parámetros probatorios», concluye el auto del tribunal.
El TSXG también concluye que las pruebas psicológicas practicadas al acusado dejan claro que nada impide que hubiera podido realizar los hechos por los que la Audiencia Provincial de Pontevedra le había condenado. Además, las «sombras de duda» que intentaba verter la defensa sobre la credibilidad de las víctimas el tribunal las descarta, pues «cumplen todos los parámetros de credibilidad» y están corroboradas por las pruebas psicológicas. Y sobre que las víctimas no denunciasen de inmediato, el TSXG recuerda que, en casos de abusos a menores, «no siempre son denunciados de inmediato», algo que puede obedecer «a muchas circunstancias».
«Un segundo padre»
En su resolución, el tribunal también constata la «superioridad o prevalencia» del acusado sobre los menores, pues era profesor de religión, director de actividades y monitor. Los menores llegaban a considerarle, dice el auto, como «un segundo padre o alguien en quien poder confiar». Y sobre las circunstancias de los hechos, el tribunal admite que el acusado no había organizado ni los campamentos de verano de Cambados ni la ruta del Camino de Santiago con la finalidad de practicar abusos, pero sí es cierto que aprovechó el compartir las mismas dependencias que los menores y las noches de todas estas actividades para ganarse la confianza de las víctimas en su condición de director y monitor.
ABC.
