En el marco de las festividades del día de San Rafael Guizár y Valencia V Obispo de Veracruz, el equipo de CATÓLICO INFORMADO quiere compartir con sus lectores “14 datos que debes conocer” sobre la vida de este Santo, a fin de fomentar la devoción al Santo Obispo y pedir su intercesión:
1. Primer obispo canonizado en América
San Rafael Guízar y Valencia V Obispo de Veracruz, fue Canonizado el 15 de octubre de 2006, siendo el primer Obispo en llegar a los Altares en el continente americano y convirtiéndose en el Patrono de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM).
En la homilía de su canonización el Papa Benedicto XVI mencionó que su figura es “…un ejemplo de quienes lo han dejado todo para «seguir a Jesús». Este santo fue fiel a la palabra divina, «viva y eficaz», que penetra en lo más hondo del espíritu (cf. Hb 4, 12). Imitando a Cristo pobre se desprendió de sus bienes y nunca aceptó regalos de los poderosos, o bien los daba enseguida. Por ello recibió «cien veces más» y pudo ayudar así a los pobres, incluso en medio de «persecuciones» sin tregua (cf. Mc 10, 30). Su caridad vivida en grado heroico hizo que le llamaran el «Obispo de los pobres».
2. El corazón de San Rafael Guízar
Entre las reliquias de primer grado de San Rafael se encuentra su corazón incorrupto, el cual está custodiado por un relicario de plata y se puede visitar en el Monasterio de Corpus Christi conocido como “Las Adoratrices” ubicado en la ciudad de Xalapa, Ver.
3. Los discípulos de San Rafael Guízar camino a los Altares
La vida de santidad de San Rafael marcó a varios de sus seminaristas y futuros sacerdotes, dos de ellos: el Padre Juan Manuel Martín del Campo y el Padre Ángel Darío Acosta Zurita.
El primero actualmente es Siervo de Dios y se encuentra en la búsqueda de un milagro para ser beatificado. Sus restos se encuentran en la parroquia de San Jerónimo de la ciudad de Coatepec, Veracruz.
El segundo es Beato, fue martirizado en la hoy Catedral de Veracruz por órdenes del gobernador de Veracruz Adalberto Tejeda al promulgar la “Ley Tejeda”. Su vida, así como la respuesta de San Rafael al gobernador al saber de su martirio, la puedes ver aquí, en un reportaje especial de CATOLIN.
4. Las Horas Santas
San Rafael Guízar se distinguió por su ardentísimo amor a la Sagrada Eucaristía, su lema episcopal fue “Alabado sea el Santísimo Sacramento”. Este profundo y ardiente amor lo llevó a instituir en Veracruz la Hora Santa. Posteriormente, propició el rezo del Santo Rosario de rodillas frente a Jesús Sacramentado.
5. Su devoción por los Santos de la Iglesia
San Rafael tenía como Santa de su devoción a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones. Cautivado por su biografía y pensamientos, consagró a ella su seminario, y llevaba siempre en su pectoral una de sus reliquias. Hizo suyas las palabras de la Santa: “Señor, yo te amo y te quiero amar como nadie te ha amado sobre la tierra”.
San Rafael Guízar y Valencia fue terciario de la Venerable Orden Franciscana, hoy Orden Franciscana Seglar y al cual se le debe la refundación de la fraternidad de la Inmaculada concepción de la Catedral Metropolitana de Xalapa, Ver.
6. Su amistad con la Beata Conchita Cabrera
En un programa especial del tercer aniversario de Católico Informado donde se platicó con el postulador de la causa de San Rafael Guízar: el Padre Rafael González, se le preguntó acerca de la relación que tenía el Santo con la Beata.
San Rafael Guízar y la Beata Conchita Cabrera coincidieron en tiempo y espacio en la hoy Ciudad de México debido a que él, tenía ahí escondido su seminario y la Beata radicaba en el mismo lugar.
Se cuenta que ambos, junto con el Arzobispo de México: Luis María Martínez y el Padre Félix de Jesús Rougier, se reunían algunas tardes a platicar en unos “coloquios místicos” o encuentros de oración. Sería de estos “coloquios” donde surgiría la oración por las vocaciones: “Oh Jesús Pastor Eterno de las almas…”.
Dicha información fue confirmada por el equipo de CATOLIN al visitar el museo de la Beata, en la ciudad de México.
7. El catecismo
San Rafael Guízar tenía un gran celo por la salvación de las almas, por ello; es que con la elaboración de su catecismo cuyo contenido es la doctrina cristiana, solía aconsejar que, para ir al cielo, debemos estudiar y practicar la doctrina enseñada por Jesucristo.
Entre otros consejos que el mismo santo obispo solía decir a los fieles era: “Cuando sepa usted que hay un enfermo grave, dé aviso al Sacerdote para que lo confiese y le lleve la Hostia Consagrada a fin de que reciba a Jesucristo que es el médico del alma y del cuerpo”, pues, sin la unión íntima con Dios se hace imposible la prosperidad temporal y eterna.
El catecismo cuya adaptación hace referencia a la Historia de Salvación fue completado por el Pbro. Celestino Barradas. Este pequeño y sencillo libro logró en 12 años, 15 ediciones. La primera de ellas fue en el año de 1969.
8. Tuvo formación espiritual y musical en casa
Sus padres, Prudencio y Natividad, fervientes cristianos, dieron a sus 11 hijos una esmerada educación religiosa. A los nueve años quedó huérfano de madre tras la muerte de doña Natividad, que se distinguió por su piedad y su amor por los más pobres.
Decía San Rafael: “La última vez que mi madre salió de casa, días antes de morir, fue precisamente para visitar a sus leprosos. Mi madre deseaba vivamente tener un hijo sacerdote, pero a mí nunca me dijo nada. Con su ejemplo y sus palabras nos enseñaba a amar a Dios. Ella promovió en Cotija la devoción al Corazón de Jesús, regaló su imagen a la parroquia, fomentó los viernes primeros de mes y la celebración del mes de Jesús con ofrecimiento de flores de los niños, que anteriormente no se hacía”.
«Nos enseñaba la doctrina cristiana, nos llevaba a misa dominical y a comulgar los viernes primeros y en las festividades; en la cuaresma rezábamos el viacrucis y ayunábamos dos veces por semana. El día de la Purísima Concepción y el de la Virgen de Guadalupe, mi hermano Antonio y yo adornábamos con lazos y faroles el patio de la casa y la calle donde vivíamos y, por la noche, hacíamos una fiesta grande con músicas y cohetes. Todas las noches rezábamos juntos el rosario, luego mi padre nos daba la bendición, le besábamos la mano y nos íbamos a acostar».
Acerca de su educación musical, el santo decía: “Desde chiquillo, aprendí a silbar a dos voces, aquello era un espectáculo. Los pianos, los acordeones, las mandolinas, las guitarras, los violines. Pronto aprendí a tocar todos estos instrumentos. Recuerdo el alboroto que armamos cuando mi padre regresó de un viaje trayéndonos dos flautas”.
9. La pupila de sus ojos
El seminario era la pupila de los ojos de quien fuera el quinto obispo de Veracruz. Sabía que, sin seminario no hay sacerdotes, y sin sacerdotes no hay vida cristiana.
En tiempos de persecución religiosa su seminario fue el único que permaneció abierto en clandestinidad por más de 12 años, llegando a formar a más de 300 seminaristas. El seminario de Veracruz, pasó veinte años en la Ciudad de México. Con profundo sentido de paternidad sacerdotal enfrentó nuevas persecuciones y destierros, pero siempre garantizando la preparación de los alumnos.
Guízar y Valencia estaba convencido que: “A un obispo le puede faltar catedral, mitra y báculo, pero nunca seminario”.
10. El encuentro con el gobernador Tejeda
Después de ser promulgada la “Ley Tejeda”, el gobernador había dado orden de matar a nuestro santo obispo si se le encontraba pisando el suelo veracruzano y había ofrecido una recompensa para quien lo entregara vivo o muerto. Debido a esto, San Rafael cambiaba continuamente de domicilio y de disfraz.
Un día, tomando valor, decidió presentarse ante el gobernador Tejeda en el palacio de Xalapa diciéndole: “Usted ha dado la orden terminante de matarme donde quiera que me encuentren, y como no quiero que ninguno de mis diocesanos se manche con mi sangre, tome la pistola y máteme, ya que usted ha dado esta orden”.
El gobernador quedó sorprendido ante el valor del santo, y tendiéndole la mano le dijo: “Como obispo lo desprecio, pero como hombre lo admiro. Váyase tranquilo, retiro la orden. Así son los hombres de valor”.
11. Misionero en múltiples países
Trabajando incansablemente por las almas, San Rafael llevó a cabo su sacerdocio con espíritu misionero, supo ser un buen pastor dando testimonio de ello en sus misiones realizadas en múltiples países.
Recorrió diversos lugares de la República Mexicana y Estados Unidos, cambiándose el nombre a Rafael Guzmán y luego a Rafael Ruiz, para tener acceso al país. Mientras esperaba la obtención de su pasaporte para realizar otro viaje, aprovechaba el tiempo para misionar a grupos de mexicanos. Misionó también en Guatemala, Colombia y Cuba, durante su exilio.
Llegando a cada pueblo, preparaba invitaciones para cada hogar. Organizaba diferentes actividades familiares y religiosas, preparaba sermones, conferencias, confesaba e impartía catecismo, y miles de personas se acercaban a él para vivir la Santa Misa.
12. La obra de teatro como una obra cultural
El equipo de teatro evangelizador de la Comunidad de Renovación “Nueva Jerusalén” de Xalapa, Ver., ha presentado desde hace más de 8 años la obra de teatro “San Rafael Guízar y Valencia: Tras las Huellas de un Santo” escrita por María de los Angeles Vega, encargada del equipo desde hace 20 años y adaptada del libro “San Rafael Guízar a sus Órdenes”.
Dicha puesta en escena cuenta con una duración de 90 min., y con más de 20 actores (evangelizadores) en escena. Relata la vida del Santo desde su nacimiento, vocación, ordenación, su misión, su paso como V Obispo en Veracruz, la persecución y su muerte”.
La finalidad del montaje ha sido dar a conocer la vida de San Rafael y fomentar su devoción. Se ha presentado en decenas de parroquias y múltiples ciudades de la Entidad Federativa de Veracruz.
13. El museo
El museo dedicado a la vida de San Rafael se encuentra en el antiguo palacio Episcopal y puede visitarse en el centro histórico de la ciudad de Xalapa, Ver. Este cuenta con objetos que utilizó en vida el Santo, así como una réplica de su cuerpo.
En este año 2020 cumplió 12 años de existencia, fue inaugurado por el Arzobispo Hipólito Reyes Larios, 2 años después de su canonización. Puedes conocer más del museo aquí, en la nota que CATOLIN ha preparado.
14. Los milagros con los que llegó a los altares
El milagro que llevó a San Rafael Guízar a la Beatificación consistió en que una mujer estéril genéticamente concibió un hijo por su intercesión.
Para su canonización el milagro atribuido fue el nacimiento de un niño que a las 31 semanas de gestación se le detectó paladar hendido y labio leporino. El niño nació completamente sano. Todo consta en estudios de gabinete.
Por Rolando Tobit.
Catolin.