Fuentes de seguridad afirman que los yihadistas atacaron a «civiles desarmados» tras un intento de secuestro. Entre las víctimas hay una mujer. Las autoridades cercaron la zona y comenzaron las operaciones de rastrillaje. Según un informe de la ONU, todavía hay 10.000 milicianos activos en Siria e Irak.
Más de diez personas murieron anoche -un saldo de víctimas aún provisional- en un ataque perpetrado por los yihadistas del Estado Islámico (EI, ex Isis) en una aldea del este de Irak. Se trata de un nuevo ataque de las milicias del «califato», que en otros tiempos ocuparon más de la mitad del territorio de Siria e Irak y habían erigido su «capital» en Mosul. Esta vez el blanco fue una zona habitada por civiles y militares en Al Rashad, una localidad de la provincia de Diyala.
Según fuentes de seguridad locales, “hasta ahora, el saldo es de 11 muertos y 13 heridos», de los cuales algunos se encuentran en grave estado. Entre las víctimas hay tanto civiles como militares destinados en la zona. Las autoridades cercaron el área y comenzaron las operaciones de rastrillaje, en busca de células yihadistas locales.
Un comunicado de la cúpula militar subraya que en el atentado, los milicianos secuestraron a dos personas y golpearon a «civiles indefensos», después de que los aldeanos se negaran a pagar un rescate. Entre las víctimas hay una mujer. Previamente se produjo otro ataque en el que se utilizaron vehículos ligeros y armas semiautomáticas, con un balance final de 11 muertos y 15 heridos.
En la zona de al-Rashad viven principalmente miembros de la tribu beduina de Bani Tamim, a la que también pertenece el gobernador de la provincia. A principios de septiembre, 13 miembros de la Policía Federal iraquí murieron en un ataque del Isis contra un puesto de control cerca de Kirkuk, en el norte. Cabe recordar que a principios de año, un informe de las Naciones Unidas afirmaba que el Estado Islámico «mantiene una presencia en gran medida clandestina en Irak y Siria», donde lidera «una insurgencia en ambos frentes» gracias a la presencia de al menos 10.000 combatientes.
En Irak, el último atentado reivindicado por el ISIS fue en julio, en el barrio chií de Sadr City (Bagdad) y dejó un saldo de casi 30 muertos. En octubre, coincidiendo con las elecciones parlamentarias, las autoridades revelaron dos operaciones transfronterizas que culminaron con el arresto del responsable del sangriento atentado de 2016 en la capital, que se cobró más de 320 vidas.
Bagdad,Irak.
AsiaNews/Agencias
